martes, diciembre 04, 2007

Partidos Políticos y Ciudadanía, ¿Divorcio?

En las democracias se necesitan partidos políticos fuertes. Con esto hago referencia a la necesidad que funcionen en la misma direccion que la sociedad, que sean abierto a los cambios, que sean transparentes en su gestión y que trabajen en los temas de interés nacional.

Lamentablemente los partidos no están cumpliendo con los puntos anteriores, y eso va produciendo un aumento en el divorcio partidos- ciudadanía. Es posible observar lo anterior en el aumento en el abstencionismo, en la no inscripción en los registros electorales (jóvenes en especial), y en la gran cantidad de personas que no se identifican ni con partidos políticos ni pactos.

Los artidos políticos en su estructura, están lejos de buscar contrarrestar la tendencia anterior. Esto porque se convierten cada vez más en instituciones cerradas, con grupos internos que luchan por cuotas de poder y que por tanto no se interesan en incluir mas gentes en sus filas. La existencia de barreras de entrada fuertes, poca información sobre requisitos y un mecanismo expedito para regitrarse, se convierten un una oposición para el ciudadano.

Otro punto es la poca transparencia en los procesos eleccionarios internos. Muchos de los procesos que se dan en los partidos reciben fuertes críticas desde la misma agrupación, insinuando vicios.

Los partidos políticos cumplen (deberían cumplir) como labor fundamental el conocer y canalizar las demandas de la ciudadanía, además de entregar sus ideas en torno al hacer política, como también generar un fuerte debate en los temas de país con el objetivo de informar claramente a los miembros de la sociedad.

Pero en Chile, los partidos se están alejando de la gente, y se convierten en grupos cerrados que sólo se desgastan en discusiones internas. La ciudadanía espera mucho más de los partidos políticos, y éstos están aún a tiempo de responderle satisfactoriamente.

El alejamiento de los partidos políticos de la ciudadanía, trae consigo un fuerte descontento, y eso genera la aparición de lideres carísmaticos que se aferran a comportamientos mesiánicos.

Haber si los grupos políticos están a la altura de las demandas de la sociedad chilena.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Alvaro:

Dado tu interés en los temas públicos y aprovechando que vives en San Bernardo, te invito a un encuentro que se realizará el sábado y domimgo próximos en El canelo de Nos. Se trata de un pre-Congreso de organizaciones ambientales que buscan proyectarse más políticamente. Te puede interesar como observador o quizás como algo más. Bueno, sin compromiso, quedas cordialmente invitado. Mi celular, por si quieres más detalles, es 95039360

Anónimo dijo...

A decir verdad, creo que en muy pocas oportunidades se ha logrado un "matrimonio" entre los partidos políticos y la ciudadanía. Solo basta recordar que generalmente este tipo de instituciones políticas han pertenecido a solo un sector social, incluso en aquellos que se dicen representar a los sectores populares.

Sin embargo es cierto cuando se afirma sobre la necesidad de acercar el tratamiento de temas públicos a quienes son receptores de las políticas generadas desde las esferas de gobierno.

En Chile el distanciamiento, según pienso, está dado no solo por la apatía reinante, sino también por la poca contextualización de estos nexos políticos comunicantes con la realidad que se vive. Veamos ejemplos:

1. La Democracia Cristiana aún posee grupos que legitimamente postulan su más ferrea oposición a temas como la pildora del día después u otros temas que mezclan acciones con valores colectivos.

2. En otro extremo, el Partido Comunista de Chile no realiza una elección interna que elija a sus representantes en la mesa directiva desde que murió Gladis Marín. Lo que produce una contradicción vital entre el discurso integrador del que necesitan y su propia experiencia política.

3. El caso más decidor a mi gusto es el de la Unión Demócrata Independiente, que su directiva se elije entre amigos y a "dedo". No existe una organización democrática a nivel nacional sin embargo se adjudican el seudonimo de Partido Popular.

Finalmente es necesario recalcar que las estructuras partidistas chilenas son las que alejan el encanto, convenciendo que esto es lo político, lo que derechamente provoca incredulidad y apatía en quienes observan desde la vereda del frente.


Nicolás Henríquez Suazo
estoestapasando.blogspot.com

Alvaro Jorquera Mora dijo...

Gracias por la invitacion profesor Rendon, el domingo espero estar ahí.